lunes, 11 de agosto de 2014

TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN (PARTE 1)


ASPECTOS PSIQUIÁTRICOS DE LOS TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN.
(PARTE 1)

         Este grupo de alteraciones son la Anorexia Nervosa, la Bulimia Nervosa, Alteraciones de la conducta alimenticia diversas (v.g pica) y en el DSM-IV, también se considera a la obesidad como una alteración de la conducta alimenticia.

ANOREXIA NERVOSA


    Este es un trastorno que predomina en las mujeres con respecto a los hombres. En Estado Unidos de América, la incidencia es de 1 a 5 casos por 100 000 personas al año. Se ha observado que es una alteración de niveles socioeconómicos medios  a altos y que se presenta con mayor frecuencia en los países desarrollas o  en los que están en vías de desarrollo.
        
     El dato clínico cardinal, es que la paciente rehúsa mantenerse en su peso mínimo ideal, con un temor constante a ganar peso, lo cual prosigue aun cuando la paciente haya perdido una gran cantidad del mismo. Esto nos da una idea de que hay una alteración en la autopercepción, ya que aunque este la paciente delgada 
se percibe como obesa.  Este trastorno es de predominio en la adolescencia, en donde las personas  inician con una restricción de los alimentos de alto peso calórico. Posteriormente la persona adopta sólo un tipo de alimentos, que se asegura de que no sean ricos en calorías y los consumen de manera estereotipada. Finalmente la persona recurre a otras estrategias para perder peso como son el vomitar, la utilización de laxantes, enemas, y el ejercicio compulsivo. Sin embargo el miedo intenso a subir de peso no se mejora con las restricciones dietéticas o las otras medidas descritas. Psicopatológicamente la paciente está instalada en una actitud pseudo delirante, que por momentos es irreducible a todo razonamiento lógico, aun cuando por ejemplo se le confronte con la báscula.
        La autoestima de estas pacientes depende en gran medida de la percepción que estas tienen de su figura y de su cuerpo, aun cuando no sea de todo su cuerpo, sino de regiones determinadas del mismo (v.g. caderas, abdomen, cintura, piernas, senos). La contemplación en el espejo llega a ser una actividad compulsiva.
     En las mujeres que ya han presentado su menarca, hay suspensión de la menstruación. La amenorrea es habitualmente la consecuencia de la baja en el peso, ya que esto repercute en una serie de eventos hormonales. Por ejemplo, se ha reportado una disminución importante en los niveles de estrógenos, lo cual se debe a que hay una baja en la producción de hormonas hipofisiarias, por ejemplo como la  hormona folículo estimulante (HFS) y la hormona luteinizante (HL), todo lo cual nos lleva a suponer que hay una disfunción importante a nivel del hipotálamo.
     El DSM-IV distingue dos subtipos de anorexia nervosa: el subtipo restrictivo, en donde la persona pierde peso a través de privarse de alimentos, ayuno, dietas, ejercicios compulsivos y por otro lado el tipo de anorexia que se alterna con atracones y vómito/purgas. Algunos de los problemas que habitualmente se asocian con la anorexia son episodios de depresión mayor y problemas médicos.
Las pacientes suele reportar que poco antes del inicio de su sintomatología tuvieron un cuadro depresivo, lo mismo que durante el curso de su enfermedad. Uno de los problemas para distinguir a la depresión mayor en las pacientes con anorexia, es que el ayuno prolongado puede acompañarse de datos parecidos a los observado en la depresión, por lo que mucho de lo que se observa en ocasiones en la depresión cuando coexiste con la anorexia, es difícil de diagnosticar y por lo tanto no se diagnostica. La sintomatología obsesivo compulsiva se presenta habitualmente en los pacientes con anorexia,  esta se caracteriza por pensamientos en torno a la comida, es decir puede tener una colección de recetas de comidas, o platicar con sus amistades sobre este tema, todo lo cual hace pensar que este tipo de pacientes tienen el apetito conservado y que la lucha con el sobre peso es lo que hace que se mantengan con esta actitud ambivalente con respecto a la comida. En etapas avanzadas de la enfermedad, sobre todo cuando se instalan algunos problemas médicos serios o infecciones, la enferma deja de tener apetito.

Cambios corporales en la anorexia nervosa.
         Aun cuando el cuerpo humano parece estar capacitado para resistir periodos de ayuno prolongados, parece  que esto es mas hacia tener que disminuir gradualmente de ingesta de alimentos y de peso. Sin embargo en los enfermos con anorexia el hecho de que la pérdida sea aguda (en un tiempo relativamente corto) y de que sea habitualmente en un organismo aun en desarrollo como lo es el de las niñas y adolescentes, esto hace que el problema se complique.
          La apariencia esquelética de los pacientes con anorexia nervosa es el resultado de la pérdida de una cantidad importante de tejido adiposo. La piel adquiere una coloración amarilla oscura, con una textura magra y rugosa. en estados muy avanzados hay formación de lanugo (vello muy fino y oscuro, de consistencia aterciopelada). También se pueden observa en la piel la aparición de petequias, y equimosis que son el resultado de la fragilidad capilar. Existe además una incapacidad para regular la temperatura corporal, la cual tiende a mantenerse en los límites inferiores. La morfología y la función del corazón se pueden afectar en la anorexia nervosa, al igual que otras funciones (ver tabla 1)
Estas alteraciones son el resultado de la falta de ingesta de alimentos y se observan también en la anorexia. La frecuencia cardiaca baja a un promedio de 60 latidos por minuto, pero puede bajar hasta 30 latido por minuto cuando la persona se encuentra dormida. También se observan anormalidades en el EKG, tales como bradicardia sinusal, la cual se asocia con un aumento en el intervalo Q-T, lo cual refleja un aumento en el riesgo para que el paciente tenga una falla cardiaca y el desarrollo de focos ectópicos. También se han reportado bloqueos de la unión atrioventricular y otras formas de arritmias.
     A nivel de cambios morfológicos en el SNC, hay evidencias de que hay un crecimiento de los ventrículos laterales. La naturaleza de esta pseudoatrofia cerebral no está clara. Bien puede ser el resultado de la reducción del agua de espacio extradural e intracelular, pero también puede ser el resultado del aumento del cortisol, debido a que un estado de pseudoatrofia cerebral también se ha reportado en el síndrome de Cushing.
     Los cambios metabólicos en la anorexia nervosa son el resultado de la reducción en la masa de peso corporal y a la reducción de los niveles séricos de la T3 (tri-iodo tironina). Dependiendo de la naturaleza del estado nutricional previo a la instalación de la anorexia nervosa, los niveles metabólicos pueden tan bajos como un 40 % de los niveles basales.
     La hipoglicemia por el ayuno prolongado y el aumento en la movilización de lípidos se refleja por la elevación de los niveles de los ácidos grasos. Otros cambios metabólicos incluyen a la intolerancia a la glucosa, semejante a la reportada en casos de ayuno  total. Un aplanamiento en los niveles de glucosa después de que esta es administrada puede ser el resultado de una baja capacidad para absorber . Finalmente, se ha reportado una mayor afinidad en los receptores a insulina de las personas que están en ayuno prolongado, lo cual podría explicar una mayor movilización de la glucosa.



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                                                                Tabla    1
                  FACTORES QUE TIENEN INFLUENCIA SOBRE EL METABOLISMO  DE LA GLUCOSA EN LA ANOREXIA NERVOSA
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                                  Bajos niveles de insulina plasmática
                         Aumento en los sitios de unión (receptores) para
                           insulina en los eritrocitos y linfocitos


Aumento en glucocorticoides                                   Absorción oral defectuosa
y en la hormona del crecimiento                               de la glucosa


                           INTOLERANCIA A LA GLUCOSA EN
                                   LA ANOREXIA NERVOSA



Deficiencia en carbohidratos                                 Ejercicio excesivo (Hipocalemia)
                                                                                     Aumento en ácidos grasos libres
                                                                                     y cetoacidosis

                                                                Aumento en péptidos inhibitorios gástricos
                                                                Aumento en polipéptidos plasmáticos.

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Cambios en el sueño.

      Aunque no hay cambios específicos en la anorexia,  si existen algunas alteraciones en el ciclo sueño-vigilia que conviene mencionar.
     Es común que la paciente se queje de insomnio, una reducción del tiempo total de sueño, y que algunas pacientes tengan despertares matutinos prematuros, en donde el paciente se despierta temprano y se pone a hacer algún tipo de ejercicio de manera compulsiva. En estudios polisomnográficos se ha reportado cambios inespecíficos como reducción en la eficiencia del sueño y en la cantidad de sueño de ondas lentas. Otros estudios han reportado a la latencia a SMOR como acortada, aun cuando hay otros que no muestran cambios y otros en donde se observa la latencia acortada cuando las personas están deprimidas.

Cambios en el sistema neuroendócrino y anorexia.

     Los primeros estudios sobre la anorexia nervosa propusieron que la anormalidad fundamental radicaba en un problema a nivel del hipotálamo (Simmond, 1914), sin embargo esto no se ha podido comprobar.
          Algunos cambios que por si mismos o en combinación con la anorexia nervosa pueden dar alteraciones neuroendócrinas son: (1) la pérdida exagerada de peso corporal; (2) la reducción en la ingesta calórica, la cual es insuficiente para el mantenimiento del peso; (3) alteraciones en la selectividad de ingesta de alimentos, por ejemplo la dieta exclusiva en algunos vegetales, que lleva a deficiencias en vitaminas; y (4) el patrón de ingesta exagerada (tipo bulímico) acompañada de restricción o ayuno prolongado-
     En cuanto a cambios mas selectivos se ha reportado una hipercortisolemia, que puede deberse a una serie de factores. Uno  de ellos es la elevación de los niveles de a hormona liberadora de la hormona de crecimiento (HLHC), el incremento en esta hormona se ha tratado de explicar como una de las causas de la anorexia relativa que presentan estos pacientes, ya que la administración de HLHC, produce anorexia, a la cual rápidamente los pacientes hacen tolerancia. También se ha propuesto que exista un patrón de alteración en la regulación de la secreción de ACTH, a nivel hipotalámico. Cuando la paciente inicia la recuperación de peso, siguen elevados los niveles de cortisol y esta situación prosigue hasta que la paciente se ha recuperado por completo. La prueba de supresión a la dexametasona, la cual consiste en la administración de 1 mg de dexametasona a las 23:00 hrs y que la persona suprima los niveles de cortisol plasmático. En los pacientes con anorexia, casi de regla, hay una no.supresión del cortisol endógeno, lo cual no estaría indicando que hay un problema en la regulación hipotalámica, que se encuentra con baja sensibilidad al cortisol periférico, al igual que en la depresión mayor. Una vez que la paciente gana peso y que llega a sus niveles premórbidos, hay una recuperación de la respuesta a la dexametasona.
      Algunas de las consecuencias de la hipercortisolemia en los enfermos con anorexia son, por un lado que los niveles elevados de cortisol estimulan la gluconeogénesis, con la consecuente elevación de glucosa plasmática, con lo cual se llega a mantener un estado de aumento de la glicemia, a expensas de otros principios inmediatos (vg., lípidos y proteínas).
      En cuanto a las hormonas gonadotróficas, se sabe que hay datos clínicos de que estas puedan estar alteradas. Por ejemplo en las mujeres hay amenorrea o retraso en la presentación de sus ciclos menstruales, mientras que en el hombre se presenta impotencia. La amenorrea secundaria esta asociada con una reducción marcada de los niveles de estradiol, y una ausencia de los niveles plasmáticos de progesterona. Los pacientes cuyo baja de peso excede el 45 % de su peso corporal, de manera invariable despliegan una secreción de hormona luteinizante (LH) baja, asociada al sueño y que es muy similar a la observada en un patrón prepuberal. También existe un patrón de no-respuesta, a la estimulación con Hormona liberadora de las gonadotrofinas (HLGt). La cual si se administra en forma pulsátil, puede restablecer la función ovárica aun en las pacientes anoréxicas. Esto nos habla, nuevamente de una alteración hipotalámica o suprahipotalámica, que se restablece cuando el paciente ha ganado por lo menos el 70 % de su peso corporal.   
          El eje hipotálamo-hipófisis-tiroides, se encuentra con una serie de cambios que son el resultado de un problema en el manejo de las hormonas tiroideas periféricas. Es decir, no hay una alteración estructural en la glándula tiroides, el problema es que no hay una adecuada conversión de la  T4 a T3, que es la forma mas activa de la hormonas tiroideas, y esto da como consecuencia un hipotiroidismo, no solo esto, sino que la conversión de T4  se desvía hacia T3  reversa que es un isomero inactivo.  Los niveles de las hormonas tiroideas pueden bajar tanto como a la mitad de lo observado en las pacientes controles que no presentan anorexia nervosa. Esta baja en los niveles de T3 contribuye a una serie de manifestaciones observadas en la anorexia, en las que encontramos, constipación, sequedad de piel, y pelo, bradicardia, intolerancia al frío, hipercarotenemia e hipercolesterolemia. Se descarta el que exista hipotiroidismo, debido a que los niveles de TSH se encuentran normales,  Durante la recuperación y cuando hay una ganancia de peso considerable hay una elevación de T3 en el rango de hipertiroidismo y se observa un respuesta exagerada ante el reto con TSH.
     En los pacientes con ayuno prolongado, con anorexia nervosa, se observa que los niveles de la hormona del crecimiento están elevados. Hay que recordar que la hipoglicemia por ayuno, o la inducida por insulina son dos de los estímulos fisiológicos que inducen liberación de la hormona del crecimiento. Esta elevación diferencia a la anorexia nervosa de ser un hipopituitarismo. En los pacientes con anorexia es frecuente observar un desacoplamiento de la secreción de la hormona del crecimiento al patrón acoplado al sueño delta. Esta hormona se produce dentro y fuera del sueño delta aunque su amplitud no es igual a los controles, pero si hay una prolongación del tiempo de secreción


     En cuanto a los aspectos epidemiológicos,  como se dijo anteriormente este tipo de alteraciones es mas frecuente en países industrializados en donde por un lado hay abundancia de comida y por el otro en donde el estándar de belleza es estar delgado. La incidencia ya se ha mencionado y la prevalencia es 0.5 a 1.0 %, la edad promedio de inicio son los 17 años, con algunos datos que sugieren que hay una distribución bimodal entre los 14 y 18 años, la enfermedad rara vez se manifiesta en mujeres, después de los 40 años. La historia natural de la enfermedad es muy variable. Con un grupo de personas que sólo presentan un episodio en toda su vida; otro grupo tendrá fluctuaciones con entradas y salidas de la enfermedad. Existe una mayor frecuencia de este trastorno en familiares de 1er grado del paciente, o también pueden estar presentes las alteraciones afectivas. Las causas mas frecuentes de hospitalización son por desequilibrios hidroelectrolíticos, deshidratación. Un 10 % de los pacientes fallecen, siendo las causas mas frecuentes del deceso el suicidio.  También es frecuente que las personas tengan fallecimientos por complicaciones sistémicas y desequilibrio hidroelectrolítico.    

  BULIMIA NERVOSA

          Hasta finales de la década de los 70`s Rusell llamó la atención de la existencia de esta entidad como una forma diferente de la anorexia. En los enfermos con bulimia, también hay una preocupación morbosa por aumentar de peso, pero esta no es compensada y hay un predominio de las comilonas o atracones que son el punto característico del problema. Rusell propuso tres condiciones para un enfermo con bulimia nervosa: (1) deseo imperioso para comer en forma continua y por periodos de tiempo relativamente cortos; (2) inducción de vómito o utilización de laxantes en exceso para tratar de contrarrestar los efectos de los atracones y (3) temor morboso por estar obeso.
     En cuanto al concepto de atracón puede haber cierta variabilidad en cuanto a lo que se considera una comilona, para el caso de un enfermo con bulimia esto se define como una ingesta de alimento, habitualmente en un periodo menor a las dos horas, en donde no hay una celebración o algún evento que pudiera ser considerado como un factor socialmente aceptado para la ingesta de los alimentos, y en donde generalmente se consumen alimentos con un alto contenido calórico. Es decir pasteles, helados, chocolates y galletas. Habitualmente esto se hace en secreto o en la privacidad y es común que una de las causas que interrumpe el atracón es cuando el individuo  es sorprendido o cuando alguna persona interrumpe en el sitio en donde la persona come compulsivamente. Otras causas de interrupción de la comilona son el que se terminen los alimentos que se consumen, y que exista malestar físico. Una vez que el paciente inicia la ingesta de alimentos compulsivamente, este pierde el control para detenerse. Los pacientes reportan que antes de los atracones hay un estado disfórico, que puede ser el sentirse triste, el tener una decepción, el estar ansioso, o el estar preocupado.
          El patrón de autoinducción de vómitos o utilización en exceso de laxantes. como se recordará esto también ocurre en un grupo de pacientes con anorexia, sólo que en el caso de los bulímicos es una situación muy constante que sigue al atracón.  La autoinducción del vómito y el empleo de laxantes no son prácticas que se utilicen en nuestra sociedad de manera frecuente, por lo que los pacientes bulímicos que las practican, constituyen un subgrupo, que fisiopatológicamente se diferencia del resto de los pacientes bulímicos que no lo practican .De las medidas compensadoras que los pacientes utilizan para poder controlar su peso son en el 80 a 90 % de los casos el inducirse el vómito, seguido de purgarse. En ocasiones el vómito es la finalidad del atracón. Para la inducción del mismo estos pacientes suelen utilizar los dedos o una “herramienta”, que les permita activar el reflejo nauseoso. El diagnóstico de bulimia no se podrá hacer si el paciente esta cursando con un cuadro de anorexia nervosa.
      En un meta-análisis sobre bulimia nervosa, que se publicó recientemente[1], se estudiaron un total de 88 estudios, que desde 1979 a 1996 han sido publicados sobre el tema de la bulimia y en donde se hiciera un seguimiento de por lo menos 6 meses a los pacientes con el diagnóstico antes mencionado. Se encontró que la mortalidad, por todas las causas de muerte, fue del 0.3 % (siete muertes en los 2, 194 sujetos del estudio). En estudio en los cuales se hicieron seguimientos a 5 y a 10 años, con estos pacientes, se observó que la recuperación total estuvo alrededor de los 50 %, mientras que en el mismo lapso 20 % persistieron con los mismos criterios diagnósticos. Algunos factores que se identificaron en este meta-análisis como que podrían ser de riesgo son el tener alteraciones importantes de la personalidad. 15 % de la muestra estudiada, mostró tener frecuentes recaídas, sin embargo el riesgo de las recaídas disminuyó con la edad. Las personas que se trataron en etapas tempranas de la enfermedad con psicofármacos y terapia cognitivo conductual, tuvieron una mayor porcentaje de restablecimiento y este se dio por un tiempo mas prolongado.
     Los episodios de atracones pueden producir dilatación gástrica aguda con dolor e incluso se han reportado ruptura. Los vómitos repetidos se asocian a hipertrófia de glándulas parótidas por traumatismo mecánico, hiperamilasemia, erosión del esmalte dental, enrojecimiento del dorso de la mano, esofagítis erosiva, síndrome de Mallory-Weiss, ruptura esofágica, aspiración broncopulmonar, pancreatitis y neumomediastino. La hipopotasemia es un riesgo importante en el vomitador crónico, ya que se puede inducir arritmias.
     El tratamiento es difícil, aunque menos que en la anorexia nervosa, se asocian antidepresivos inhibidores de la recaptura de la serotonina, con psicoterapia y asesoramiento nutricional.

 SÍNDROME DE INGESTA NOCTURNA DE ALIMENTOS O BEBIDAS

    Lo que caracteriza a este cuadro es que el paciente se despierta en la noche, y no puede volver a dormir, hasta que ha ingerido algún tipo de comida. Una vez que se consume esta, el paciente vuelve a su cama rápidamente. Las características clínicas son: insomnio intermitente nocturno, hiperorexia nocturna, hiporexia diurna y somnolencia diurna. Este es un problema que se inicia en la infancia, en donde los niños ingieren grandes volúmenes de leche a lo largo de la noche. Habitualmente las madres les colocan una hilera de botellas que se van utilizando a lo largo de la noche. En ocasiones, la madre lacta la niño y mientras este come lo arrulla, esto genera un sistema no adaptativo en el cual el niño requiere de la asociación simultanea entre falta de sueño, alimentación y presencia de mamá. En los niños puede haber como complicaciones problemas dentales y  aumento de infecciones en oído externo. También es frecuente la obesidad.
     En el adulto, también puede existir un condicionamiento, entre hambre nocturna, falta de sueño, alimentarse en la noche.   La búsqueda de comida suele tener un aspecto compulsivo, manifestando los pacientes al menos un episodio de este tipo cada noche. En general se prefieren los carbohidratos y productos lácteos y el paciente se encuentra bien despierto de tal manera que puede recordar estos episodios al día siguiente. Sin embargo también hay reportes de casos con pocos pacientes en donde se ha asociado este tipo de alteración con el sonambulismo, movimientos periódicos de las piernas y personas que toman triazolam. Recientemente se han reportado nuevos casos en donde existe comorbilidad con apnea obstructiva de sueño, confusión mental e ingesta de alimentos nocturna,  y en síndrome de supresión de alcohol y nicotina. Se ha reportado buena utilidad a la administración de clonacepam, al parecer por consolidación de sueño. Conductualmente se le pide al paciente que no deje el refrigerador o la alacena alimentos de fácil preparación, o que coloque  herramientas (candado o cerraduras) que impliquen un mayor esfuerzo para obtener el alimento.

PICA

     Este trastorno se caracteriza por la ingesta persistente de sustancias que no tienen ninguna característica nutritiva. En los niños se observa ingesta de pintura, plastilina, uñas, pelo, ropa, arena, hojas, etc.  En general no hay aversión por la comida. El inicio puede ser en edades tempranas entre 12 y 24 meses, por lo que se describe como un trastorno de la infancia temprana. Se menciona que suele disminuir cuando el niño cumple un año, aunque es posible que se prolongue en los niños con retraso mental. No debe de confundirse con la geofagia, la cual es propia de las mujeres embarazadas de algunas culturas, ya que en este caso, hay selectividad por lo que se ingiere, cal, tierra, barro, etc.

TRATAMIENTO DE LA ANOREXIA NERVOSA

      Existen pocos ensayos  clínicos que validen la utilidad de algunos de los tratamientos que se han sugerido para la anorexia. Al finalizar cuatro décadas de la utilización de las psicofarmacología para las alteraciones mentales, no existe un medicamento que pudiéramos decir que es “anti-anorexia”.   
     Los antipsicóticos fueron empleados en un principio, y de estos la cloropromacina (CPC), quizás se utilizó mas, porque era en el que había mas experiencia en cuanto a su manejo. El razonamiento subyacente del uso de los antipsicóticos en la anorexia es el que en la anorexia nervosa hay datos de pérdida del juicio de la realidad, sobre todo cuando se trata de hacer que una paciente entienda, que está por debajo de su peso corporal. Pero también se empleó a la CPC, debido a un efecto secundario de este medicamento, que es la ganancia de peso, que se explica por su efecto antihistamínico. Sin embargo, surgieron una serie de inconvenientes, dentro de los cuales se puede considerar la hipotensión arterial, síntomas extrapiramidales, disquinecia tardía, y la inducción de crisis convulsivas.  Se han efectuado dos ensayos controlados con pimocide y sulpiride, y los resultados pueden ser conceptualizados de moderados a pobres.

     En cuanto a los antidepresivos, se tiene una serie de estudios en donde se ha estudiado el efecto de la clorimiparmina. Este es un inhibidore no selectivo de la serotonina, y en algunos casos también promueve el incremento de peso. Las dosis utilizadas van de 50 a 200 mg/día. También existen reportes utilizando amitriptilina, en el mismo rango de dosis. Este tipo de medicamentos son útiles cuando hay evidencias de comorbilidad con depresión. Sin embargo en estudio en los que se comparo clormipramina con ciproheptadina, en cuanto a la ganancia de peso, no existió superioridad del antidepresivo en este parámetro. Con ciproheptadina hay dos estudios controlados, en uno se utilizó la dosis de 12 mg/día, y en el otro de 32 mg/día., en ambos se observó un aumento de peso marginal. Existen otros estudios, abiertos, en los cuales se ha utilizado el delta-9 tetrahidro canabinol como estimulante del apetito, pero con resultados bajos para los pacientes anoréxicos. El razonamiento subyacente fue, que algunos usuarios crónicos de marihuana aumentan de peso, pero no fue el caso con los pacientes con anorexia.
     En cuanto a los Inhibidores Selectivos de Recaptura de la Serotonina, existen algunos estudios con fluoxetina, en donde se utilizaron dosis de 20 a 60 mg al día, con buenos resultados, esto pudiera ser un poco paradójico, ya que los pacientes con depresión que toman fluoxetina, notan baja en su peso y  apetito, pero no parece ser el caso de los pacientes con anorexia. En algunos de los estudios con fluoxetina han tenido un seguimiento hasta de un año.
     Como se puede dilucidar, las aproximaciones que la psicofarmacología solo pueden hacer del problema son muy limitadas, por lo que se deberá de tener en cuanta que en el caso de las enfermas con anorexia una aproximación múltiple, con terapia familia, terapia cognitivo conductual, son muy necesarias.

     TRATAMIENTO PARA LA BULIMIA NERVOSA

     A pesar de que esta es una alteración de descripción mas reciente que la anorexia nervosa, existen recursos psicofarmacológicos mas eficaces. De los tratamientos mas utilizados y eficaces esta el que utiliza a los antidepresivos, estos se empezaron a utilizar debido a la comorbilidad entre las alteraciones bulímicas y las alteraciones del afecto. Los antidepresivos tricíclicos mas utilizados en estudios controlados son la imipramina, con un estudio de 16 semanas de seguimiento, en otro estudio de 10 semanas de seguimiento, se administró imipramina de 200 a 300 mg al día, con buenos resultados. Sin embargo uno de los problemas de ambos estudios fue el alto índice de deserción en el estudio debido a los efectos secundarios. La desimipramina, también ha sido estudiada en diferentes ensayos clínicos, con dosis que van de 100 a 350 mg/día, y en un tiempo que va de 6 a 32 semanas. En cuatro estudios con desimipramina, esta fue superior al placebo para el manejo de la bulimia.
         Debido a que los enfermos bulímicos pueden presentar algunos datos similares a los de la depresión  atípica, como son  ansiedad, hiperfagia, hipersomnia, e hipersensibilidad, se decidió utilizar a los IMAO. En un estudio de 10 semanas, con un diseño placebo controlado, se demostró que fenelcina (60 mg/día), era eficaz en el manejo de las comilonas. La isocarboxacida a las dosis de 60 mg/día, fue mejor tolerado que la fenelzina, para el manejo de la bulimia. También se ha reportado recientemente dos estudios con IMAOs, reversibles, como la brofaromanina y moclobemida, también con buenos resultados.
     En cuando a los ISRS, existen ya una serie de estudios abiertos que apoyan su utilidad. En cuanto a estudios placebo controlado con fluoxetina, se demostró el efecto antibulímico de la fluoxetina, siendo eficaz en dosis de 60 mg/día. Por otro lado, se observó que los estudios con fluoxetina, demostraron una mejor tolerabilidad que los de imipramina, lo cual redundó en una mejor adherencia terapéutica.
                


[1] Keel PK, Mitchell JE. Outcome in bulimia nervosa. Am J Psychiatry 154:313-321, 1997

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