USOS Y ABUSOS DE LOS ESTIMULANTES DEL SISTEMA NERVIOSO
ESTIMULANTES UTILIZADOS EN PSIQUIATRIA
La
historia de los estimulantes se ha ligado por un lado a un aumento en la
eficacia, a la productividad, pero por el otro a las adicciones. El primer
estimulante utilizado en gran escala por la humanidad fue el café. Gracias al
café , la humanidad que erraba sin rumbo fijo bajo los vapores del alcohol,
logra despertar a la razón y a la laboriosidad burguesa. Un poema anónimo del
siglo XV en Inglaterra cantaba así al café:
Cuando el dulce veneno del
pérfido vino
Hubo envilecido el mundo
entero
Ahogando nuestra razón y
nuestra alma
En copas desbordantes,
Cuando la brumosa cerveza
Hubo enturbiado nuestro
cerebro
Con vapores impuros,
El cielo misericordioso nos
envió esta baya sanadora.
Llegó el café, esa
importante bebida sana,
Que cura en estómago,
despierta el espíritu,
Fortalece la memoria, anima
al triste,
Y despierta a los espíritus
sin provocar locuras.
El café,
ciertamente cambia la forma como se comportó el hombre de los siglos XVII en
adelante. El desayuno era ya un ritual en el que las personas terminaban de
despertar, de manera mas o menos enérgica, en vez de continuar con la modorra,
que siglos atrás había sido producto del tomar sopa de cerveza o vino al
despertar. Sin embargo, a pesar de que en un principio se le atribuyeron una
serie de propiedades médicas, con el tiempo se observó, que fuera de inducir
una disminución moderada del sueño, el café no tenía otras ventajas medicas
importantes.
En el área
de la psicofarmacología de los estimulantes, en el siglo XIX, aparecieron
estimulantes más potentes como la cocaína y las anfetaminas. Utilizados ambos
en un principio por sus habilidades para disminuir la fatiga, y para aumentar
la actividad intelectual. En la actualidad las áreas de mayor utilización de
anfetaminas y metilfenidato, son para el manejo de la narcolepsia, otros tipos
de somnolencia diurna, en el manejo de la Alteración por déficit de la atención
e hiperactividad, tanto en los niños como en las formas residuales de los adultos.
Además de los agentes antes descritos, que aumentan la disponibilidad de la
dopamina a varios niveles, están los medicamentos que aumentan la
disponibilidad de la serotonina, dentro de los cuales tenemos a la
fenfluramina, que además comparte con los estimulantes sus propiedades
anorexigenas, por lo que se les ha empleado también en el manejo de algunas
formas de obesidad con lo controvertido que esto pueda ser.
La historia
de los estimulantes utilizados en medicina, ciertamente es la historia de la
cocaína y de l anfetamina. La cocaína fue aislada en el siglo XIX, por el Profesor A. Niemann (1859), en
Alemania. De los primeros usos médicos de la cocaína, recién aislada fue para
”mejorar”, las cuerdas vocales de los cantantes de ópera. Posteriormente se le
propuso como sustituto del opio, y aun para el manejo del alcoholismo. En una
revista científica de la época, cuyo autor es el doctor Paler se comenta:
Parece necesario probar con la coca, tanto en los casos de opiomanía, como en
otros. Es imperiosa encontrar la forma inofensiva de curar la tristeza”.
Posteriormente se descubren sus propiedades como anestésico local, para
operar mucosas, cornea y cirugía de nariz y garganta. Hay que destacar en esta
historia, la contribución de Sigmund Freud,
en su monografía Uber Coca, que aparece en el verano de 1884, y que el interés
de la época por la sustancia hacen que se traduzca a varios idiomas. Freud
considera que las indicaciones para el
uso de la cocaína son las siguientes: (1) como estimulante; (2) para trastornos
gástricos; (3) para la caquexia; (4) para curar a los morfinómanos y
alcohólicos; (5) para el tratamiento del asma; (6) como afrodisíaco y (7) como
anestésico local. Posteriormente publica un artículo, en 1885 intitulado:
Contribución al conocimiento de los efectos de la cocaína, que es considerado
como el primer estudio de psicofarmacología en el sentido moderno, en donde
examina los efectos objetivos de la cocaína, medidos por una serie de aparatos
disponibles en su época, que permitían medir la contracción muscular y los
tiempos de reacción. En estos primeros
artículos Freud, apoya el que se haga mas experimentación con la cocaína y que
eventualmente se utilice, sobre todo en las adicciones a otras sustancias. Sin embargo en el quinto y último artículo
sobre el tema: “Ansia y temor a la cocaína” , corrige alguno de sus juicios
iniciales sobre la cocaína, al darse cuenta de sus efectos adictivos
importantes.
Las
anfetaminas fueron sintetizadas en 1887, y conservaron cierta similitud con la
cocaína, al ser potentes estimulantes psicomotores. Posteriormente en 1933, se
estudió al dextro isomero de las anfetaminas, que tenía mas potencia,
produciendo efectos como aumento en el estado de alerta, y aumento del nivel de
alertamiento en personas con fatiga. Durante la Segunda Guerra Mundial, tanto
japoneses como norteamericanos, administraron a sus soldados grandes cantidades
de anfetaminas, con lo cual en el periodo de la postguerra, se tuvieron grandes
epidemias en Japón y Estados Unidos de América.
En 1941, se
utilizó a las anfetaminas en el control de delincuentes y dujetos con lo que se
denominaba estados psicopáticos, en algunos de ellos se vio que existía un
efecto “paradójico”, en donde grandes dosis de anfetaminas, eran capaces de
inducir estados de quietud y aún de sueño sin problemas, lo cual hizo que
pronto se utilizara en niños hiperactivos, en donde este efecto paradójico,
resultó ser de gran utilidad, especialmente para la hiperactividad y para
aumentar la atención.
PERFIL FARMACOLOGICO
Las
anfetaminas producen efectos estimulantes, alertamiento, euforia, disminución
de la fatiga, aumento de la auto confianza y aumento del nivel de energía. Otro
efecto bien documentado es la disminución del apetito. En humanos las
anfetaminas producen conductas características como el arreglo repetido de
objetos, que en los animales de laboratorio se llaman conductas estereotipadas
o conductas de acicalamiento.
Al ser
metabolizadas producen compuestos aromáticos o alifáticos con propiedades
estimulantes, y un 34 % es excretada sin modificaciones por la orina. En el
caso del metilfenidato, el principal metabolito es el ácido ritalínico, el cual
es inactivo metabólicamente.
MECANISMO DE ACCION
Tanto
metilfenidato como anfetaminas tienen similitud de mecanismos de acción aun
cuando estos no son exactamente idénticos. El efecto neto de ambas sustancias
es aumentar la disponibilidad de dopamina y en menor grado de norepinefrina en
el hendidura sináptica. Esto lo hacen, por un lado aumentando los mecanismos de
liberación y por el otro mediante el bloqueo del transportador que interviene
en la re-captura de los respectivos neurotransmisores. El aumento en el
mecanismo de liberación, parece estar dado por la difusión que hacen estos
compuesto al interior de la vesícula presináptica, con lo cual se alcaliniza su
interior, y se libera el neurotransmisor primero al citosol y luego a la
hendidura sináptica.
Este
mecanismos descrito, se diferencia del que se ha propuesto para los
antidepresivos, en donde estos parecen ejercer su efecto primordialmente sobre
los mecanismos de re-captura y no sobre los de liberación, lo cual explica
también la mayor velocidad con la que actúan las anfetaminas y el metilfenidato
para ejercer las acciones reportadas. El metilfenidato libera la dopamina
almacenada en las vesículas por si mismas, mientras que las anfetaminas liberan
dopamina de las pozas recién sintetizadas y aumenta la difusión de las
vesículas presinápticas al exterior de las neuronas.
INDICACIONES
Las
indicaciones de los estimulantes básicamente son la narcolepsia y trastornos
por déficit de la atención. Aún cuando han aparecido algunas otras indicaciones
en psiquiatría como puede ser, el
aumento del efecto antidepresivo en las depresiones resistentes y en el manejo
de la obesidad.
NARCOLEPSIA.
Esta es
una alteración del sueño del grupo de las disomnias, en donde se encuentran
alterados los mecanismos intrínsecos, de la regulación del ciclo sueño-vigilia,
esta disfunción de los mecanismos neurobiológicos del mencionado ciclo, está
localizada probablemente en el tallo cerebral y/o en el diencéfalo. Existe una
tétrada de síntomas clásicos que son somnolencia excesiva, que puede
manifestarse como atáques de sueño, cataplexia, parálisis de sueño, y
alucinaciones vívidas llamadas hipnagógicas. Aun cuando puede no presentarse la
tétrada clásica, si es frecuente que se presente o la somnolencia excesiva o la
cataplexia. En el concepto de narcolepsia, es indiscutible añadir que hay una
alteración en los mecanismos de regulación del sueño de movimientos oculares
rápidos (SMOR), aun cuando no se explican todos los signos y síntomas
únicamente a este nivel.
La
prevalencia es variable, deprendiendo de los grupos étnicos que predominen, por
ejemplo, en Israel es de 0.04 a 0.07 %, lo cual hace a la narcolepsia, dos
veces mas común que la esclerosis múltiple y la mitad de común que la
enfermedad de Parkinson. Todos los estudio s han reportado un pico de inicio en
la adolescencia y en la primera época de adulto jóven (20 a 30 años). Es una
enfermedad crónica, en donde hay un impacto serio a nivel socioeconómico y en
la calidad de vida de las relaciones interpersonales del paciente. Existe un
predominio en sujetos masculinos sobre los femeninos en este tipo de condición.
En cuanto a
los factores etiológicos, hay una serie de evidencias que apoyan los aspectos
genéticos. La probabilidad de desarrollar la narcolepsia aumenta 40 veces si un
miembro de la familia tiene dicha condición. En caso de los gemelos
monocigotos, ambos hermanos padecen la enfermedad. El 100 %, de los
narcolépticos tienen el antígeno HLA-DR2 ( y el –DQwl) positivo, en las
muestras de pacientes narcolépticos japoneses y caucásicos, aunque las cifras
pueden ser menores para las poblaciones de origen africano. En la mayoría de
los casos la enfermedad se desarrolla después de un periodo prolongado, en el
cual se ha tenido trnasgreciones en cuanto al ciclo sueño-vigilia, por ejemplo
después de una temporada de en un trabajo en donde hay cambio de tunos
laborales o en periodos de gran estrés, es muy raro que la narcolpesia surja
expontaneamente. En algunos casos se han reportado manifestaciones de tipo
narcolepsia, en sujetos que han tenido una alteración orgánica cerebral,
principalmente a nivel hipotalámico.
Somnolencia Excesiva Diurna y Ataques de Sueño.
La
somnolencia excesiva diurna (SED) y los atáques de sueño, son característicos
de la narcolepsia, y expresan una presión de sueño, que se manifiesta en las fases
de vigilia. El mecanismos exacto de esta
presión en el sueño, está aun por comprenderse. Cuando se han efectuado
estudios de monitorización de las 24 horas, con este tipo de pacientes, se ha
podido observar que no tienen una mayor cantidad de sueño a lo largo de las 24
horas, sino que su sueño nocturno está fragmentado e interrumpido por periodos
de vigilia, mientras que en la fase diurna, los narcolépticos tienen periodos
de fragmentación en base a las somnolencia diurna y a sus ataques de sueño. De
esta manera se propone que hay una inestabilidad de las diferentes fases del
ciclo sueño y vigilia.
Los ataques
de sueño tienen una duración muy breve, esta es de 1 a 10 minutos, y antes de
estos hay somnolencia que puede durar el tiempo que el paciente luche para
evitarla, esto es los que se denomina “borrachera de sueño”. Cuando el paciente
se despierta de sus ataques de sueño, se observa que está descansado, sin
somnolencia, con una sensación de recuperación.
Una manera
de evaluar la somnolencia y los ataques de sueño en la narcolepsia, es mediante
el estudio conocido cmo “Pruebas de Latencia Múltiples al Sueño” (MSLT=
Multiple Sleep Latency Test). En donde se permite que el paciente tome de 4 a 5
siestas de media hora de duración, con un intervalo de 90 minutos entre cada
siesta, y se le pide que trate de dormir, permaneciendo con los ojos cerrados
durante los 30 minutos permitidos para tomar su siesta. En esta prueba se
evalúa, que tan rápido se queda dormida una persona (menos de 5 minutos de
latencia a sueño, en dos siestas, se considera somnolencia diurna) y que tan
pronto inicia sue sueño en fase de SMOR , sin en dos siestas, tiene latencias
de menos de 10 minutos a SMOR, junto con los datos clínicos y la presencia
positiva de los antígenos antes descritos, estaremos seguros de que el problema
de nuestro paciente es la narcolepsia.
Cataplexia.
La
cataplexia consise en una debilidad y atonía muscular súbitas, disparadas por
una serie de estímulos emotivos. Por ejemplo, un susto, una broma inesperada,
ver a una persona querida de pronto, etc. Un ataque individual, por lo general
tarda menos de 1 minuto, en el se mantiene la conciencia lúcida todo el tiempo.
Se ha propuesto que la cataplexia es la atonía muscular, que normalmente se presenta
durante el SMOR, solo que en la narcolepsia, se presenta durante la vigilia. Se
ha hecho una buena correlación entre el grado de fragmentación del SMOR
nocturno y la presencia de episodio de cataplexia diurnos y esta relación es
directa, y es reversible a la administración de gama-hidroxibutirato que
consolida el SMOR nocturno, y que es eficaz contra la cataplexia.
Parálisis de sueño.
La
fenomenología de la parálisis de sueño, puede darse al inicio del sueño (
alucinaciones hipnagógicas) o al despertar (alucinaciones hipnapómpicas). EL
episodio dura de 1 a 4 minutos, y el paciente está paralizado, pero conciente.
Pueden tener la presencia de alucinaciones, que se acompañan de un aumento
importante en los niveles de ansiedad. En México, se suele referir a este
fenómenos como si se le hubiera acostado “el muerto encima”.
Alucinaciones Hipnagógicas.
Son
imágenes que parecen corresponder a las ensoñaciones que se observan en el
SMOR. Cuando ocurren al inicio del episodio de sueño, nos está indicando que el
paciente está ingresando rápidamente al SMOR (alucinaciones hipnagógicas) y
cuando ocurren al despertar en la mañana, se llmana hipnapómpicas.
Otros
síntomas que están presentes en la narcolépsia incluyen: episodios de
microsueños, periodos de automatismos, similares a los observados en la
epilepsia, periodos de amnesia, es frecuente que se tengan pesadillas, tanto
diurnas como nocturnas.
TRATAMIENTO
El manejo
de la narcolepsia, no es sencillo, ya que, no se cuenta con un solo medicamento
con el cual se puedan tratar únicamente a un grupo de síntomas, sino que hay
que tratar, por un lado a la somnolencia y ataques de sueño y po r el otro lado
la cataplexia. Además, no solo hay medidas farmacológicas, sino también hay una
serie de estrategias no-farmacológicas.
Algunos
medicamentos que se utilizan sin prescripción son la cafeína, no solo en forma
de café, sino también en forma de tabletas (Vivarín, 200 mg), este tipo de
droga es utilizada por los pacientes antes de ser diagnosticados, como un
método eficaz, para tratar la enfermedad. También es frecuente que los
pacientes utilicen a la nicotina, la cual tiene un efecto de alertamiento,
aunque de corta duración, por lo que algunos pacientes tienden a tomar grandes
cantidades de esta droga.
La efedrina
fue inicialmente administrada en la década de los años treinta, en un rango de
dosis de 30 a 60 mg dos a cuatro veces al día, sin embargo los efectos
secundarios como la taquicardia, sudación, y cefalea, fueron los efectos comunes
mas frecuentes, por lo que se suspendió su utilización.
Posteriormente se inició el uso de las anfetaminas, en donde las dosis
están en el rango de 10 a 300 mg diario. Entre los principales efectos
secundarios de las anfetaminas está el de la irritabilidad, cambios en el
estado de ánimo, cefalea, palpitaciones, sacudidas musculares, temblores, y
sudación excesiva. Las dosis elevadas de anfetaminas o su utilización
prolongada pueden causar paranoia o aun tipos de psicosis que recuerdan a las
psicosis paranoides, con alucinaciones visuales y delirios paranoides. Estas
psicosis se resuelven cuando el paciente suspende la toma de anfetaminas. El
efecto estimulante de las anfetaminas puede ocasionar alteraciones nocturnas
del sueño, lo cual crea un círculo vicioso, en donde se requiere mas
medicamento para controlar el sueño diurno, las anfetaminas pueden
ocasionalmente causar disquinesia.
La
destroanfetamina, es una de las presentaciones utilizadas mas frecuentemente en
Estados Unidos. La dosis inicial es de 5 mg, tres veces al día, y se incrementa
hasta 60 mg/día si es necesario.
El
metilfeninadato, también conocido como el derivado piperidínico de las
anfetaminas fue introducido en el tratamiento de la narcolepsia en 1956. Se ha
efectuado numerosos estudio abiertos y controlados, que apoyan el papel de esta
sustancia, con un mejor índice terapéutico, con una menor reducción el apetito,
o repercusiones a nivel cardiovascular. El metilfenidato se administra n dosis
repetidas cada 4 a 6 horas, y el rango de dosis va de 5 mgdía hasta 60 mg/día
si fuera necesario. La dosis promedio de metilfenidato es de 20 mg/día. En
algunos países existe la forma de liberación prolongada, que tiene una
presentación de 20 mg. Que se puede administras una sola vez al día, aunque
algunos pacientes prefieren la dosis de liberación aguda, ya que les permite
controlar mejor su somnolencia.
La
pemolina, es un derivado de la
oxazolidona, que estructuralmente difiere de los compuestos antes
comentados, tiene los mismos efectos estimulantes del metilfenidato con efectos
simpaticomiméticos mínimos, además tiene una vida media de 12 horas. El efecto
se observa después de varios días de tratamiento, aun cuando al inicio puede observarse
un empeoramiento. Las dosis que se utilizan están en el rango de 18.75 a 112.5
mg/día.
En el caso
del manejo de la cataplexia, y otros síntomas como son las alucinaciones
hipnagógicas, y la parálisis de sueño, se requiere otro tipo de medicamentos
diferentes a los estimulantes. Los medicamentos prescritos para tales motivos
son los antidepresivos, de estos, en donde existe mas experiencia. Imipramina,
clorimipramina, protriptilina y desimipramina, son algunos de los medicamentos
con mas experiencia, sin embargo, debido a sus efectos colaterales importantes
(ver sección de antidepresivos), se utilizan cada vez menos. La clorimipramina,
se sigue utilizando y es un medicamento muy eficaz para el manejo de la
cataplexia, se le emplea en dosis de 10 a 30 mg/día, que en general está muy
por debajo de las dosis recomendadas para la depresión.
En la
actualidad se utilizan nuevos medicamentos antidepresivos como la fluoxetina,
un inhibidor selectivo de la recaptura de la serotonina, la venlafaxina, una
inhibidor selectivo de la recaptura de la norepinefrina y serotonina y el
bupropión, inhibidor de la recaptura de la dopamina. Todos lo cuales han sido
utilizados en reportes abiertos, con números muy pequeños de sujetos.
El
gama-hidroxibutirato, el cual es un precursor del GABA, se vió que tenía cierta
utilidad, al controlar algunos síntomas auxiliares de la narcolepsia, como la
somnolencia, lo cual al parecer, se debe a una consolidación del sueño
nocturno, las dosis reportadas como útiles terapéuticamente son de 2.25 a 3 mg,
administrados por la noche como dosis únicas.
En algunos
pacientes con gran fragmentación de su sueño nocturno, puede ser de gran
utilidad la administración de un antidepresivo moderadamente sedante como la
trazodona, o de benzodiacepinas de acción corta como el triazolam. Existen
algunos reportes de utilización de hipnóticos no benzodiacepínicos como la
zopiclona (ciclopirrolona) o el zolpidem (imidazopiridina), que aunque son en
pocos casos pueden ser de alguna utilidad en este tipo de paciente.
El tratamiento conductual, es de suma
importancia, sobre todo para los aspectos de la somnolencia diurna. Las medidas
como restructuración de las siestas, con siestas de 10 a 20 minutos, dos a tres
veces al día, en las horas en las que mas frecuentemente se tienen los ataques
de sueño son de mucha utilidad. Hay que reforzarle al paciente, que no es
posible mantenerse luchando contra un ataque de sueño, lo cual, le genera
eventualmente un estado de somnolencia continua y la mencionada “borrachera” de
sueño. También es importante que el paciente tenga horarios fijos, con tanto
para ir a la cama como para levantarse, aun en las condiciones de fin de semana
y vacaciones.
Finalmente
un aspecto muy importante en estos pacientes lo constituye la información sobre
su enfermedad, tanto al enfermo mismo, como a sus familiares y personas
cercanas, con lo cual se mejora la autoestima y por otro lado se genera
comprensión y simpatía por el enfermos, algunos grupos de autoayuda, pueden ser
de gran utilidad.
ESTIMULANTES COMO POTENCIADORES DE LOS EFECTOS
ANTIDEPRESIVOS
Existen
evidencias, que surgen de reportes de la literatura médica, de que el añadir
estimulantes al tratamiento antidepresivo, en pacientes con depresiones
resistentes, puede ser importante terapéuticamente. En general los estudios
abiertos apuntan en la dirección de que el añadir estimulantes al tratamiento
antidepresivo, puede ser útil en el manejo de enfermedades médicas severas, en
pacientes con accidentes vasculares cerebrales, en pacientes ancianos, en
pacientes con enfermedades cardiovasculares severas, y pacientes con SIDA.
EFECTOS SECUNDARIOS Y TOXICOLOGIA
Los
efectos secundarios de las anfetaminas incluyen un efecto directo de incremento
de la presión arterial. Las anfetaminas incrementan las presiones sistólicas y
diastólicas, sólo con dosis elevadas se pueden observar arritmias. A nivel del
músculo liso, uno de los efectos observados es a nivel de la vejiga, y está
caracterizado por contracción del esfínter, efecto que en ocasiones, pudiera
ser de utilidad para el manejo de la enuresis, pero que ocasionalmente lleva a
dolor durante la micción. Otros efectos
reportados con anfetaminas incluyen: alteraciones gastrointestinales, anorexia,
boca seca, taquicardia, insomnio e inquietud. También se Las contraindicaciones
mas importantes para el uso de anfetaminas son: arterosclerosis avanzada,
enfermedad cardiovascular activa, hipertensión moderada a severa,
hipertiroidismo e historia de abuso de drogas.
ALTERACION
POR ATENCION DEFICIENTE.
Esta
alteración puede tener asociada un estado de hiperactividad, de hecho es como
mas frecuentemente se le conoce, como “niño hiperactivo”. La etiología de esta
alteración no se conoce. La alteración por atención deficiente (AAD), es un
problema de salud pública muy importante, que impacta en niños, adolecentes y
aun en sujetos adultos. Una serie de evidencias epidemiológicas apoyan el
hechode que la AAD, sea un facto rimportante para el desarrollo de otras
alteraciones psiquiátricas en la adolescencia y en el adulto, tales como
conductas antisociales, abuso de sustancias y alteraciones como depresión y
ansiedad. Aun cuando no se conoces la etiología, existen datos de estudio
sfamiliares y genéticos, de gemelos dados en adopción, así como de análisis de
segregación, que apoyan el origen genético de esta alteración. En estudios de
seguimiento se ha observado que esta alteración persiste en el adulto, en un
rango del 10 % al 60 %. Si esto es cierto, nos indicaría que aproximadamente el
2 % de la población adulta padece de AAD y que muchos están sin ser
diagnosticados.
El patrón
clínico mas significativo del AAD es una inatención y/o hiperactividad con
impulsividad. La inatención se presenta principalmente en las áreas de tipo
escolar, ocupacional o sociales. Puede que los sujetos tengan una serie de
fallas en algunas de las áreas mencionadas, pero casi siempre hay un descuido o
una impulsividad la cual magnifica el problema. El trabajo es por lo general
poco cuidadoso, desordenado, y sucio. Los pacientes cambian frecuentemente de
una actividad a otra, sin percatarse de los problemas que general con este
cambio en sus patrones de actividad. Los esfuerzo que requiera cierto esfuerzo
mental o atención, son considerados como desagradables. Este tipo de pacientes
tiene olvidos frecuentes, en cuanto a sus actividades diarias, en situaciones
sociales, se les puede ver que frecuentemente cambian de una conversación a
otra, sin terminar por completo las narraciones o historias, no suelen escuchar
a los demás, por lo que les cuesta trabajo seguir instrucciones, por lo cual no
pueden seguir o llevar con éxito actividades deportivas o juegos.
La
hiperactividad puede estar caracterizada por una inquietud con sus manos, no
poder estar quietos cuando están sentados, existen actividades temerarias, como
trepar o brincar en situaciones de peligro extremo. La hiperactividad puede
variar con la edad de cada individuo y el nivel de desarrollo. La impulsividad
se manifiesta por impaciencia, incapacidad por retardar respuestas, inclusive
emiten sus respuestas aun antes de que se terminen de formular las preguntas.
TRATAMIENTO
Se emplean
estimulantes para el manejo de este tipo de pacientes, los mas empleados son:
dextroanfetamina, pemolina y metilfenidato. Como se mencionó previamente, el
metilfenidato y la pemolina son drogas de acción corta, con un tiempo promedio
de acción de 4 horas, mientras que la pemolina tiene una vida media mas larga,
lo cual permite su administración de una vez al día,
La
literatura apoya el uso de estimulantes para el manejo de la AAD, con
aproximadamente 100 reportes controlados, con respuestas que están alrededor
del 70 %, mientras que en el caso de los adultos con AAD, los estudios
controlados son menores, aproximadamente 10, con un porcentaje de respuesta
variable en un rango de 25 a 73 %.
Las dosis
recomendadas de metilfenidato son de 1.5 a 5 mg/día en un principio, para luego
elevar hasta 20 mg/día, en caso de ser necesario, debido a que su vida media está
en el rango de 4 horas, las dosis se pueden fragmentar en este rango, por
ejemplo iniciando con la primera toma a las 07:00-08:00 h, seguida de la
siguiente toma a las 11:00-12:00 h, y una tercera toma entre 16:00 y 17:00 h.
No se recomienda otra toma, ya que puede interferir seriamente con el
sueño. En el caso de pemolina la dosis
es de 1 a 3 mg/Kg/día, con un rango inicial de 18.7 a 37.5 mg.
Los efectos
secundarios mas frecuentemente reportado son disminución del apetito, e
insomnio, principalmente como retardo en los mecanismos de inicio del sueño.
Algunos otros problemas reportados son, la exacerbación o precipitación de
alteraciones tipo tics, lo cuales pueden continuar aun cuando se discontinúen
los estimulantes. Existe la preocupación, generada por los reportes de que hay
disminución en la hormona del crecimiento, de que algunos niños, pudieran tener
una reducción en la velocidad de su crecimiento, sin embargo el reporte inicial
que indujo tal preocupación, fue con una cantidad muy baja de sujetos, y
reportes mas recientes apuntan hacia otra dirección. Sin embargo, si durante el
tratamientos, se observa una disminución en la curva ponderal, entonces se
podrá considerar el dar “vacaciones” de los estimulantes, por ejemplo los fines
de semana, o en vacaciones, con lo cual se reduce mucho este tipo de problema,
Los
antidepresivos tricíclicos han sido otra forma de tratamiento para la AAD. Las
ventajas de este tipo de tratamiento en relación a los estimulantes son: (1)
una vida media mas prolongada, con un efecto mas prolongado que permite la
dosificación de una vez al día; (2) una mayor flexibilidad en cuanto a las
dosis; (3) la posibilidad de evaluar los niveles plasmáticos de los
medicamentos administrados; (4) riesgos mínimos de abuso y dependencia. En la
mayoría de los estudios contra placebo, los antidepresivos tricíclicos
mostraron ser superiores en el manejo de la AAD, pero no fueron siempre
superiores al metilfenidato, especialmente en la velocidad con la cual se
inicia su acción. Los antidepresivos tricícilos (ADT), tienen vidas medias, en
los niños, que están en el rango de 10 a 17 horas. Aunque el mecanismo de
acción propuesto, para estas sustancias en el AAD, no se conoce se supone que
tiene que ver con la inhibición de la recaptura de las monoaminas, y su aumento
a nivel de la hendidura presináptica.
Enn años
recientes se ha utilizado a la desimipramina en el tratamiento de la AAD, en
siete estudios abiertos y controlados, se ha investigado la eficacia y
toxicidad de la desimipramina, y en todos los estudios se ha observado un claro
beneficio para el grupo que toma la desimipramina, con respecto al placebo. Lo
mismos se ha observado con otros ADT que se han estudiado, como son la
nortriptilina y la imipramina.
Existen
pocos reportes controlados, de estudios con antidepresivos y AAD en el adulto,
sin embargo recientemente han aparecido algunos reportes del efecto de la
venlafaxina, un antidepresivos que inhibe la recaptura de serotonina y
norepinefrina y en menos grado de dopamina, en el manejo de la AAD en los
enfermos adultos con AAD. Hay que individualizar el tratamiento, se recomienda
en los niños en un total de 5 mg/Kg, por día, con una dosis inicial de 10 a 25
mg día.
Modafinil
Es el difenil
metil sulfinil acetamida, es un estimulante promotor de la vigilia. El
mecanismo propuesto hasta la actualidad es que impode la recaptura de dopamina
y norepinefrina, bloqueando sus respectivas proteínas transportadoras (DAT y
NET). Su principla indicación es en hipersomnolecia, del tipo de la
narcolepsia, pero tambien se emplea en otras somnolencias, como la apnea
obstructiva del sueño, en donde a pesar de estar bien calibrados los aparatos
de presión positiva, el enfermo sigue con hipersomnolencia. Es utilizado en
personas con cambios de turnos laborales tambien. Hay una forma racémica,
llamada Amodafinil, con mayor potencia. Modafinil no genera ansiedad,
incremento de la actividad locomotora, ni el efecto de rebote de los
estimulantes tradicionales. No se ha domostrado que pueda ser utilizado en
perosnas con atención deficiente. Las dosis terapéuticas son de 200 a 400
mg/día. SI hay riesgo de adicciñon en algunas personas.
Otro
mecanismos propuesto de acción del modafinil es en neuronas con orexinas o
hipocretinas, que mantienen conexiñon con los centros del mentenimiento de
vigilia en hipotálamo y tallo cerebral.
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